domingo, 26 de abril de 2009

" Cada vez que te sientas extraviada, confusa, piensa en los árboles, recuerda su manera de crecer. Recuerda que un árbol de gran copa y pocas raíces es derribado por la primera ráfaga de viento, en tanto que un árbol con muchas raíces y poca copa a duras penas deja circular la savia. Raíces y copa han de tener la misma medida, has de estar en las cosas y sobre ellas: sólo así podrás ofrecer sombra y reparo, sólo así al llegar la estación apropiada podrás cubrirte de flores y de frutos. Y luego, cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad que respiraste el día que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aun. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve."


Donde el corazón te lleve
Susanna Tamaro

jueves, 23 de abril de 2009

Dando tumbos

Tengo miedo de que la absurdez nos gane la partida...
y somos niños en cuerpos que, a veces, nos quedan grandes.
Y tengo miedo
esto está oscuro, muy oscuro
a veces algo se ilumina,
pero ya no se que separa la verdad del espejismo.

de la luz a la sombra, de la sombra a la luz

Y a quien le importa...
al final todo lo llevara el viento
pero hay cosas que quedan dentro,
hay sonrisas que no siempre son sonrisas.
No encuentro la forma de llegar al punto de equilibrio
no se que hacer, ultimamente me supera todo.

de la luz a la sombra, de la sombra a la luz

Me repito y me repetiré,
pero estamos llegando al límite,
aunque ¿importa?
tocada y hundida

lunes, 20 de abril de 2009

corazones rotos

Estaba allí, sentado, frente al mar.

Miraba al horizonte y se sintió pequeño, solo, miserable. Quería volar como las gaviotas que sobre volaban su cabeza, sentirse libre, pero algo o tal vez todo se lo impedía.

Nada era como lo que había soñado. Tenía ganas de quitarse ese disfraz con el que se vestía cada mañana, de volver a ser el mismo que había sido... Simplemente lo necesitaba por que el olor a podredumbre ya empezaba a notarse demasiado, molestaba en la nariz.
Ya nada era como había sido, ya no temblaba con las canciones, ya no sentía nada. Simplemente se dejaba vivir.

Cada día se susurraba al oído ¡TÚ PUEDES!. No sabía muy bien porque, tal vez fuese para no caer, por el miedo a no saber volver a ponerse a caminar o igual todavía quedaba algo dentro, una pequeña luz que luchaba por no apagarse del todo, por no morir, por volver a ser grande, como las de los faros que siempre brillan para no perderse.

Llovía y las lágrimas se entremezclaban con las gotas, se hacían una y empezó a temblar. Lloraba sueños, frustración, ganas perdidas...


Esa sensación no era nueva, solía sentirla a menudo.

Días buenos y días malos. Así corría la vida y el problema es que no sabía porque o igual si, quien sabe.

Y se pregunto de nuevo, mirando al horizonte, ¿donde se perdió la esperanza?¿donde se esconde la vida?


sábado, 18 de abril de 2009

Necesitando nuevos aires...

- Es solo que los seres humanos tenemos mentes más complicadas que hacen que deseemos ser mejores- explicó el caballero.
-¿Mejores que qué?- preguntó Merlín, tañendo ociosamente sus notas en su laúd.
- Mejores de lo que somo- respondió el caballero.
- Nacéis hermosos, inocentes y perfectos. ¿Qué podría ser mejor que eso?- demandó Merlín
- No, quiero decir que queremos ser mejores de lo que pensamos que somos y mejores que los demás... ya sabéis, como yo, que siempre he querido ser el mejor caballero del reino -
- ¡Ah!, si - admitió Merlín - la admisión de vuestra complicada mente os llevó a intentar demostrar que erais mejor que otros caballeros -.
- ¿Y qué hay de malo en ello? - pregunto el caballero a la ofensiva.
- ¿Como podías ser mejor que otros caballeros si todos nacisteis tan inocentes y perfectos como erais? -.
- Al menos era feliz intentándolo - replicó el caballero.
- ¿Lo erais? - ¿O es que estabais tan ocupado intentando serlo que no podías disfrutar del simple hecho de ser? -.
- Me estás confundiendo - musitó el caballero -. Sé que las personas necesitan tener ambiciones. Desean ser listas y tener bonitos castillos y poder cambiar el caballo del año pasado por uno nuevo. Quieren progresar -.
- Ahora estáis hablando del deseo del hombre de enriquezerse; pero si una persona es generosa, amorosa, compasiva, inteligente y altruista, ¿cómo podría ser más rica? -.
- Esas riquezas no sirven para comprar castillos y caballos - dijo el caballero.
- Es verdad - Merlín esbozó una sonrisa.
- Hay más tipos de riquezas, así como hay más de un tipo de ambición -.
- A mí me parece que la ambición es la ambición. O deseas progresar o no lo deseas -.
- Es más complicado que todo eso - respondió el Mago -. La ambición que proviene de la mente te puede servir para conseguir bonitos castillo y buenos caballos. Sin embargo, solo la ambición que proviene del corazón puede darte, además, la felicidad -.
- ¿Qué es la ambición del corazón? - le cuestiono el caballero.
- La ambición del corazón es una. No compite con nadie y no hace daño a nadie. De hecho le sirve a uno de tal manera que sirve a otros al mismo tiempo -.
- ¿Cómo? - preguntó el caballero, esforzándose por comprender.
- Es aquí donde podemos aprender del manzano. Se ha convertido en un árbol hermoso y maduro, que da generosamente sus frutos a todos. Cuanta más manzanas coge la gente - dijo Merlín - más crece el árbol y más hermoso deviene. Este árbol hace exactamente lo que un manzano debe hacer: desarrollar su potencial para beneficio de todos. Lo mismo sucede con las personas que tienen ambición de corazón -.
- Vos, como la mayoría de la gente, queréis poseer muchas cosas bonitas, pero es necesario separar la necesidad de la codicia -.
- Decidle eso a una esposa que quiere un castillo mejor en un barrio mejor - replicó mordaz el caballero.
Una expresión divertida se dibujó en el rostro de Merlín.
- Podrías vender algunas de vuestras manzanas para pagar el castillo y el caballo. Después podríais dar las manzanas que no necesitarais para que los demás se alimentarse -.
- Este mundo es mucho más fácil para los árboles que para las personas - dijo el caballero filosóficamente.
- Es una cuestión de percepción - dijo Merlín -. Recibís la misma energía vital que un árbol. Utilizáis la misma agua, el mismo aire y la misma nutrición de la tierra. Os aseguro que si aprendéis del árbol podréis dar frutos y no tardaréis en tener todos los caballos y castillos que deseáis -.
- ¿Queréis decir que podría conseguir todo lo que necesito simplemente quedandome quieto en mi propio jardín? - preguntó el caballero.
Merlín rió.
- A los seres humanos se les dio los dos pies para que no pudiesen permanecer en un mismo lugar, pero si se quedaran quietos más a menudo para poder aceptar y apreciar, en lugar de todo lo que pueden, entenderían verdaderamente lo que es la ambición del corazón -.


El caballero de la armadura oxidada
Robert Fisher

martes, 14 de abril de 2009

Hasta el infinito y más alla...


Y era un año que prometía, pero simplemente ya no se si lo hace o no. Podría decirse que sólo queda esperar, pero prefiero no hacerlo. Posiblemente aprendí a no esperar, a recibir cuando llega y así la sorpresa es mayor.

La vida te lleva por donde quiere. Hay veces que el camino se hace más llevadero y otras te da la sensación de que estas perdido, pero casi siempre terminas encontrándote porque sino, malo.


Ahora en el horizonte se asoma una cuesta, mejor dicho, una super montaña para escalar. La carrera ha empezado, todavía resuena el eco del pistoletazo de salida. Ya no hay marcha atrás.

La mochila contiene ganas y conforme pasan los días esperemos que se cargue de ilusión, todavía queda algún recoveco por llenar. Abandonado y bien enterrado queda eso que tanto costo olvidar. Tiempo de cambios...
Estamos listos, tres, dos, uno... YA.


¿QUÉ NOS DEPARA EL CAMINO?

SURPRISE, SURPRISE...
pero ante todo, ¡NO VALE RENDIRSE!

viernes, 3 de abril de 2009

¿Le ves la solución?

Que las puertas no deben cerrarse,

Que la mayor puerta es el afecto,

Que los afectos nos definen,

Que definirse no es remar contra la corriente,

Que negar palabras implica abrir distancias.(*)



Y me sabe mal, tan mal como la pastilla de por la noche, esa que dicen que es para que no duela. Y después de todo duele, pero no la nariz sino otras cosas y para eso no hay pastillas que curen.

Todavía retumba el eco de tus palabras en mis oídos, que no te afecte, no merece la pena, pero siento decir que no me sale, debe de ser mi punto débil...
Se que podemos porque ya lo vimos, pero es que el no querer es malísimo. Solo un esfuerzo, pequeño o grande, eso ya te dejo que lo elijas tú, pero un intento.
Un intento para conocer, para no juzgar a la primera de cambio, para dar segundas o terceras oportunidades, tantas como hagan falta. Por favor un NO cerrar barreras a los demás, un poco de empeño por ser grupo.

Y si luego al hacer balance vemos que no resultó lo dejamos. Borrón, cuenta nueva y lo olvido.

Pero hasta que llegue el día (¡qué bonito es soñar!) me conformo con que se sepa, aunque tampoco importe mucho.

Me supera la situación y no me gusta. Me siento incomoda, pero tampoco se como cambiarlo o si... A veces lo intento pero no se si se nota... Y aunque no se note, ¿lo sientes?
No quiero posicionarme, no quiero formar parte de un solo bando, no quiero tener que elegir. Simplemente quiero disfrutar con todos y de todos, sin malos rollos y malas caras...

Y si algo aprendí este año, es que cada persona es un mundo y que todos tenemos nuestras cosas, buenas y malas, pero todos merecemos la pena por algo. Siempre hay algo que nos hace especiales. Y cuando no la encuentres, no desistas porque la hay solo hace falta seguir buscando un poco más. Nunca sabes cuando llegará la sorpresa, pero llegará...

Ahora solo me falta preguntar,
¿esto tiene arreglo?
Yo le veo la solución, pero hay que estar dispuesto...


(*)Benedetti,
¿Como hacerte saber que siempre hay tiempo?