No se que les pasa a los finales de curso, pero siempre sacan mi lado más insoportable. No son sólo los exámenes, puede que el vivir tan "intensamente" el curso me pase factura.
Siempre igual, año tras año... hoy ya no se si lloraba porque el tiempo me había contagiado o al final fue al revés.
Te digo un secreto, tengo miedo... A veces me gustaría volver a ser pequeña y que me abraces fuerte y me acunes... Ya ves, también me gustan los abrazos, sólo hay que buscar el momento adecuado. Busco ser fuerte como Popeye, pero con un sólo soplido me tambaleo como la casita de los tres cerditos.
No busca esto representar nada concreto, pero tengo la sensación de que se nos termina el tiempo aunque el reloj no deje de dar vueltas. No quiero que llegue la semana que viene, pero mi cabeza pide a gritos centrarse. No se si perdí el norte o es que simplemente, las brújulas ya no tienen norte al que señalar. Tendré que mirar al cielo, por si a mi estrella le da por guiñarme un ojo.