jueves, 22 de noviembre de 2007

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Haciendo un poco de limpieza entre los papeles que tengo por ahi tirados di con este texto...




Es importante saber lo que llevamos dentro, saber lo que vales y tener todas las ganas del mundo para sacar eso tan especial y particular que guardas y está espectante por salir a relucir. También debes ser consciente del "deber" de trabajar por tus sueños, para que, como semillas sobre tierra buena germinen y crezcan.

Pero estas semillas no brotarán nunca si no las cuidas bien, para ello has de aprender a autovalorarte y seguir trabajando cada día por todo eso que sueñas, eso que te gustaría ser, llegar a tener o alcanzar.

Y la recompesa de ese camino de esfuerzo lleno de caídas y alegrías que has de recorrer será ver crecer ese árbol objeto de tu trabajo y dedicación, ver crecer eso tan importante que llevas dentro y que te moverá a sentir, a querer, a compartir y actuar.
Y cuando el árbol crezca, dará frutos y será cuando verdaderamente estés satisfecho contigo mismo y te darás cuenta de que efectivamente merece la pena luchar por tus sueños.

Por otra parte, has de tener muy presente que esté camino que se propone, el de llegar hasta el final con tus sueños, no es un camino fácil. Encontrarás baches, momentos de bajón en los que apetezca dejarlo todo de lado, personas que no te ayuden a alcanzar tus metas, zancadillas y demás...pero en esos momentos de flaqueza debes pensar que la recompensa de la autorealización no es pequeña,tira para delante y recuerda que todo lo que haces por tus sueños será para satisfacer a la persona más importante de tu vida: TÚ.


Pese a todas las dificultades e inoportunidades que encuentres acuérdate de que muchas personas especiales estarán a tu lado para apoyarte y ayudarte a curar las heridas y rasguños que vayas sufriendo. Nunca olvides tampoco que, de entre todas esas personas especiales que están al tanto de tus movimientos destaca una que nunca te abandonará, se tercie como se tercie esta partida es la vida; Dios siempre estará al tanto de tus cartas, con un ojo puesto en ellas y ayudándote a jugarlas bien.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Simplemente momentos...



Esta no solo es una de tantas fotos de pies que se ven por ahí, y al igual que muchas me imagino que cuentan una historia.


Me gusta porque simplemente fue una tarde genial, no hubo chocolate pero la alternativa fue guay.

Momentos de risa

Momentos de viaje jiji y si que fue largo el recorrido ehhh porque el taxi venía de Londres y llegamos a la República Independiente de Luz.

Momentos de animo. Como animamos a Pipi aunque ella no nos oyera.

Momentos de mallas y movimientos de culete jejeje.

En fin grandes momentos

Y lo mejor de todo es que esto no se termino que sigue y fijo fijo que vienen muchos mas momentos por que estos pies son de los que dejan huella. No son simplemente pies, sino que son el sosten fisico de unas grandes personas a las que quiero un montón.


Y para los que no estan que sepaís que también quiero vuestro momento pie porque me gusta caminar a vuestro lado.


¡MUAS FUERTES PARA TODOS!

viernes, 9 de noviembre de 2007

Mafalda y sus reflexiones

Alguien me dijo una vez que me parecia a Mafalda...y en parte tiene razón, pero solo en parte ehh.

Si esa personilla ácida, irónica... pero inocente, ignorante en muchas cosas y con unas ganas voraces de saberlo todo.

Pues sin mas, aqui os dejo una villeta que tiene toda la razón del mundo, o por lo menos a mi me lo parece.

jueves, 8 de noviembre de 2007

En algún lugar



Siento que estoy sin estarlo...
es como un mundo de extraños
porque en un papel todos es diferente,

Me da rabia, porque ganas hay,
esas que no decaigan
pero es como si no lo vierais,
igual no se percibe, pero estan ahi,
soy asi, que se le va a hacer.


Sin mas, hoy me siento así,
sin estar estandolo o quiza es al revés, quien sabe.




sábado, 3 de noviembre de 2007

EL TREN DE LA VIDA


EL TREN DE LA VIDA

Hace algún tiempo atrás, leí un libro
que comparaba la vida con un viaje en tren.
Una lectura extremadamente interesante,
cuando es bien interpretada.

La vida no es más que un viaje por tren:
repleto de embarques y desembarques, salpicado
de accidentes, sorpresas agradables en algunos embarques, y profundas tristezas en otros.


Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos
con algunas personas las cuales creemos que siempre estarán con nosotros en este viaje: nuestros padres.

Lamentablemente
la verdad es otra.
Ellos se bajarán en alguna estación dejándonos huérfanos
de su cariño, amistad
y su compañía irreemplazable.


No obstante esto
no impide que se suban
otras personas que
serán muy especiales para nosotros.


Llegan nuestros hermanos,
amigos y esos amores maravillosos.


De las personas
que toman este tren, habrá también
los que lo hagan
como un simple paseo

Otros que encontrarán solamente tristeza
en el viaje…
Y habrá otros
que,
circulando
por el tren,
estarán siempre
listos en ayudar
a quien lo necesite.

Muchos al bajar,
dejan una añoranza permanente…

Otros pasan
tan desapercibidos
que ni siquiera
nos damos cuenta
que desocuparon
el asiento.

Es curioso constatar
que algunos pasajeros, quienes nos son más queridos, se acomodan en vagones distintos al nuestro.
Por lo tanto,
se nos obliga
hacer el trayecto
separados de ellos.
Desde luego,
no se nos impide
que durante el viaje,
recorramos con dificultad nuestro vagón
y lleguemos a ellos...


Pero lamentablemente, ya no podremos sentarnos a su lado pues habrá otra persona ocupando el asiento.

No importa; el viaje se hace de este modo:
lleno de desafíos, sueños, fantasías,
esperas y despedidas...
pero jamás regresos.
Entonces, hagamos este viaje de la mejor manera posible.


Tratemos
de relacionarnos bien con todos
los pasajeros, buscando
en cada uno,
lo mejor de ellos.


Recordemos siempre que en algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos…


Ya que nosotros también muchas veces titubearemos, y habrá alguien que nos comprenda.


El gran misterio, al fin,
es que no sabremos jamás en qué estación bajaremos,
mucho menos
dónde bajarán
nuestros compañeros,
ni siquiera
el que está sentado
en el asiento de al lado.

Me quedo pensando
si cuando baje del tren,
sentiré nostalgia...
Creo que sí.

Separarme
de algunos amigos
de los que hice en el viaje
será doloroso.
Dejar que mis hijos sigan solos,
será muy triste.
Pero me aferro a la esperanza
de que, en algún momento,
llegaré a la estación principal
y tendré la gran emoción
de verlos llegar con un equipaje
que no tenían cuando embarcaron.

Lo que me hará feliz,
será pensar
que colaboré
con que el equipaje
creciera
y se hiciera valioso.


Amigo mío, hagamos que nuestra estadía
en este tren
sea tranquila,
que haya valido la pena.
Hagamos tanto,
para que cuando
llegue el momento
de desembarcar, nuestro asiento vacío, deje añoranza
y lindos recuerdos
a los que en el viaje permanezcan.


A tí, que eres parte de mi tren, te deseo un...
¡¡¡Feliz viaje!!!

Pensando con que actualizar me acorde de este mail que tengo en la cuenta de correo casi desde que la abri. La verdad es que me resulto un poco trabajoso el colocarlo todo curioso, pero yo creo que merece la pena.

Y respecto al tren de mi vida, yo ahora mismo estoy en el vagón de la felicidad. Me siento bien y aunque las cosas siempre pueden ir mejor también tenemos que pensar que pueden ir a peor, asi que porque no contentarnos con lo que tenemos.

Y tu, ¿en que vagón estás?