Carnaval sólo es una vez al año, un fin de semana,... pero ¡quien lo diría!
Nos encantan los disfraces o igual es que me lo parece a mi. ¿Tú que crees?
Hay veces que vamos de lo que no somos, otras simplemente queremos esconder lo que somos.
Mi mente matemática (o esa que está camino de serlo) me dice que estamos ante una contradicción.
El envoltorio de la persona, generalmente, nos marca la relación con ella.
Suena fuerte, pero la vida es así de dura en algunos aspectos.
Y esto, ¿cuantas veces nos llevo a equivocarnos?, y nos llevara...
Podemos dejar de conocer a una GRAN persona, sólo por que su exterior no es apetecible.
Pasa con las personas, con las manzanas y con muchas cosas más, pero no aprendemos. Primero judgamos y luego si nos dignamos a dar una oportunidad al otro, conocemos.
Puedes acertar o no, pero eso sólo se descubre arriesgando.
A veces las mayores puñaladas vienen disfrazadas de sonrisa y los mejores momentos de tardes grises, pero sigo pensando que eso no lo sabemos hasta que no lo probamos.
Es un riesgo, si, pero igual resulta más sencillo vestirse cada mañana de lo que somos.
Con nuestras dudas, nuestros errores y nuestras virtudes... Igual a la vuelta de la esquina te encuentras a alguien deseando conocerte, no por lo que aparentas ser, sino por lo que realmente eres.