sábado, 23 de mayo de 2009

¡Tonta de mi!, a quien se le ocurre ir al mercado sin dinero.


Ya nadie cambia manzanas por besos.


Que se le va a hacer, el dar GRATIS ya no triunfa.


No está de moda, aunque todavía quedan sueltos un par de tontos que persiguen sueños, que buscan sino cambiar, mejorar el mundo.


Derrota tras derrota, empapada de alguna sonrisa que de vez en cuando te hacen ver la luz, el camino por donde seguir. Escasas, cada vez menos...


Y día si y día también se empañan los ojos. Será para no dejar secos los embalses de la almohada.


Y escucho música todo el día para así poder acallar el ronroneo de la cabeza.



Pensando que tengo y a la vez sin tener nada. Cada día un poco más desengañada, aparentando una fortaleza que ya no queda.


Necesito (re)descubrir que lo que hago merece la pena.


Sonará contradictorio, pero necesito cariño, besos, abrazos. Cualquiera que me oiga... yo, que soy alérgica a los achuchones... Está claro que no se puede escupir para arriba porque luego pasa lo que pasa. Siempre cae encima.



Probablemente el problema sea yo, no lo voy a negar, igual abarqué demasiado. Al fin y al cabo no se puede tener todo, hay que terminar eligiendo.


Y cuesta... vaya que si cuesta.


Nada es lo que era, pero todavía no se como nos dejamos estropear tanto. Aunque también es cierto que tampoco es todo tan malo como nos imaginamos.


Ahora sólo te pido que no me dejes caer, aguantame por que lo necesito.


Y cuando descubra(i)s como salir de esta negrura avisame porque quiero volver a ver el sol.

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