jueves, 27 de noviembre de 2008

Creemos saber mucho y en realidad conocemos una pequeñisima parte de las cosas, de la que luego llegaremos a entender la mitad.

Cuanto nos queda por aprender...y cuanto no aprenderemos nunca.
Por muy abiertos que tengamos los ojos siempre se nos va a escapar algo.

Cuanto daño habremos hecho sin saberlo, a cuantas personas habremos fallado con nuestra aptitud, cuantos nos habran querido desde el silencio conformandose solo con mirar desde la distancia, cuanta gente necesitaba nuestro apoyo en un momento dado y nosotros no lo vimos por mirar sólo para nuestro ombligo...

El mundo gira, pero no sobre nuestro eje. A veces es necesario salir de nuestro universo particular y visitar más a fondo el de los demás para bajar los altos niveles de egoismo que se nos almacenan dentro.

(No viene a cuento en este comentario, pero tengo la solución para los corazones tristes y con pupas (últimamente veo más de los que debería). Señores ponganse una tirita y ya veran como mejora.)

7 comentarios:

Guaju dijo...

Tampoco viene a cuento, pero a mí me gusta ponerme tiritas de ésas de los niños, con dibujos infantiles... y si alguien me sopla la pupa antes de ponerla, mejor que mejor...

Pese a lo que dices, me sigo quedando con la gente imperfecta... ésa que no entiende la mitad de las cosas ni las aprenderá nunca... mucho más interesanes...

besinos de viernes

Zul dijo...

En realidad, ¿existe la gente perfecta?
A mi más que la gente imperfecta, me gusta la gente compleja. Esa que vas descubriendo poco a poco, cada día un cosa nueva. A veces te gusta y otras no. A veces te dejan indagar en ellas y otras no, pero esa es la dificultad y la aventura de lo menos simple.

¡Besitos Guaju!

Hiwatha St. dijo...

Hola! Veamos, lo que escribes es verdad, lo único que yo, pero igual es cosa mía, encuentro problemas a la hora de encajar el texto de la actualización con el del comentario de aquí. No es porque sean incoherentes, son distintos, pero a mí me cuesta: Por una parte, la única solución que encuentro para evitar hacer daño sin darnos cuenta (y de paso evitar que nos lo hagan) y no caer en el egocentrismo, es relacionándonos con los demás de modo auténtico, hablando acerca de lo que sentimos (tanto nosotros como el prójimo, claro, que si no no sirve de nada) y de lo que pensamos, con total sinceridad. Luego está el matiz de que hay gente que busca lo difícil. Lo que tú dices, a mí algo que no me requiera esfuerzo, no le doy la misma valoración que algo que me obligue a dar lo mejor de mí. No sé cómo se podría alcanzar el término medio, pero bueno, en eso consiste la vida, en seguir buscando :D

Guaju dijo...

Como en las bolsas de patatas... sigue buscando... pero y si ya encontramos lo que queríamos???

Hiwatha St. dijo...

Mmm, yo hablo por mí... Si alguien lo ha encontrado, enhorabuena :D Pero yo ya he asumido que mi vida será una continua búsqueda. No creo que pueda haber un momento en el que me sienta y diga, hasta aquí hemos llegado, este es mi punto de equilibrio. Como la perfección sólo es divina, estamos obligados a ir evolucionando en busca de una aproximación, pero condenados a verla desde lejos. No obstante, no me parece nada triste: caminar es reconfortante. Y mirar hacia atrás y ver todo lo que se ha avanzado, aún más.

Zul dijo...

Bea tienes razón. Probablemente no tenga mucha relación los comentarios con el texto, pero aqui, sabes por donde empiezas pero nunca donde vas a terminar jejej y como siempre se aprende de todas las cosas pues bienvenidos sean los comentarios(de todo tipo) ¿no?
Relacionarse con los demás de modo autentico...¿qué dificil resulta no?
Para eso hay que tener mucha confianza (o al menos yo lo creo) y para llegar a ella hay que trabajar muy duro.

Por cierto guaju, sientete afortunada porque no todo el mundo tiene lo que quiere. Ahora para que dure hay que cuidarlo y mimarlo mucho :)

Besitos

Guaju dijo...

De eso se trata ahora la cosa Zul: mantenerse... como dirían los famosos (pq todos dicen humilde e hipócritamente lo mismo) unas veces estás arriba y otras abajo...en fin...

Que más besos de vuelta