¡Eureka!
Y las casualidades de la vida me hicieron darme cuenta de donde estaba el error. Una de esas simples nimiedades del día a día choco contra mi para hacerme abrir los ojos.
Y las casualidades de la vida me hicieron darme cuenta de donde estaba el error. Una de esas simples nimiedades del día a día choco contra mi para hacerme abrir los ojos.
No eran los demás, simplemente era yo.
Y ya lo decía mi madre, por que las madres aunque parezca que no, son muy listas. ¡LUZ, NO ERES LA MISMA!, repetía hasta la saciedad. Que no mama, que es el estres. Siempre la misma respuesta...
Pero que razón tenía.
Ya no me brillaban los ojos y ese es el primer sintoma de declive y la sonrisa había desaparecido y cuando volvía, por la falta de costumbre, me tiraba de la piel y me molestaba.
Y el mini monstruo me comía poco a poco. Y me mordi y me envenene...
Y no era yo. Todos lo veían pero el espejo me seguía mintiendo.
Y ahora no consiste en desandar el camino porque lo hecho, hecho está. Simplemente aprender de los errores y arreglar lo que se pueda...
Y creía que me conocia, pero esta visto que no, que me queda mucho por crecer y aprender...
3 comentarios:
"... siempre la misma y siempre diferente..."
Pero siempre tú, Zulete... siempre tú y siempre graNDE!!
Muá!
Tu si que eres grande jajaja
Y es que hay veces que la caida de lo alto que estabas duele, pero en esas estamos...apendiendo
Por cierto, ¿cerve el sabadete?. Además creo que viene Pau, ¿te apuntas?
¡Muas!
Creo que me encierro el viernes a medio día hasta nueva orden... o sea, el martes...
crisis y agonía del final...ainssss
:-(
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